Citgo es uno de los mayores activos de Venezuela en el exterior, y su pérdida ante los acreedores podría tener graves repercusiones para el país.
En el enrarecido panorama legal que rodea a Venezuela, dos casos de alto voltaje destacan entre las sombras: la disputa entre Crystllex y Venezuela, y la denuncia de los trabajadores perseguidos por PDVSA y Citgo, contra Venezuela.
Ambos casos están siendo seguidos en Estados Unidos, el primero bajo la atenta mirada del juez Leonard P. Stark y el segundo a cargo de la jueza Jennifer L. Hall.
El pasado 28 de junio, un grupo de venezolanos encabezado por Iván Freites, representante de los trabajadores y defensores de los derechos de los pequeños acreedores, presentó una Moción de Alivio del Fallo bajo las Reglas Federales de Procedimiento Civil 60(b)(2) y 60(b)(3) ante el juez Leonard P. Stark en el Distrito de Delaware, Estados Unidos.
Sin embargo, aún no hay pronunciamiento del juez y no se conocerá algún tipo de decisión sino hasta finales de julio.
Invezz intentó contactar a Freites para obtener comentarios al respecto, pero declinó alegando que prefiere esperar el dictamen del juez.
Intrigas electorales: estrategias y consecuencias de la pérdida de Citgo
Las eleciones presidenciales están pautadas para el 28 de julio y esto solo supone más presión para los venezolanos y para los bandos políticos en el país.
Un fuente asociada a esta petición, quien prefirió no ser citada, dijo a Ivezz que, “para Maduro, la conveniencia política de perder Citgo el 15 de julio supondría un valioso pretexto para atacar en papel que jugó el interinato de Juan Guaidó (2019-2023), y para perseguir aún más a la oposición en un juego de estrategias electorales y propagandísticas”.
Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro ha anunciado esta semana el inicio de un nuevo proceso de negociaciones preelectorales con Estados Unidos.
Pero, las postergaciones del caso y los misteriosos anuncios de esta nueva negociación con los Estados Unidos, añaden una capa más de intriga a este complejo entramado legal.
En los acuerdos de Barbados, se vislumbraron medidas cruciales para salvaguardar a Citgo. Sin embargo, estas no han sido nombradas como parte de la nueva negociación entre EE.UU. y Venezuela.
Las mismas, han sido ignoradas por las partes encargadas de defender los intereses de la nación, sumiendo el destino de la empresa en un oscuro limbo legal.
Inacción y nuevas revelaciones: el desafiante rumbo del litigio
Cuatro años después de un llamado a la acción, el inmovilismo reina.
“Las denuncias y testimonios de Venezuela parecen haber caído en oídos sordos, con sus representantes legales en la corte mostrando una pasividad desconcertante”, dijo la fuente mencionada.
En este contexto, Ivan Freites ha irrumpido recientemente con un recurso por fraude, solicitando la autorización del juez para aportar nuevas evidencias que podrían cambiar el rumbo del litigio.
Sin embargo, Crystallex envió una respuesta el pasado 3 de julio poniendo en tela de juicio la legitimidad de Freites para interponer esta querella.
En la misiva Crystallex argumenta que Freites, “al no ser parte en el caso y carecer de legitimidad, no puede presentar mociones solicitando alivio sustantivo”.
“Aunque Crystallex no reconoce la presentación de Freites como una moción, responde en oposición argumentando que sus solicitudes están fuera del plazo permitido por la Regla 60(b) y carecen de mérito”, reza la misiva.
Además, señalan que la información presentada por Freites está basada en “hechos bien conocidos y anticuados, no ofreciendo razones que justifiquen modificar el fallo de Crystallex”.
Consecuencias económicas: la amenaza de perder Citgo para Venezuela
Venezuela, en su momento, fue uno de los mayores productores de crudo de toda la región. Sin embargo, este panorama ha cambiado a raíz de las sanciones impuestas por Estados Unidos y su empobrecida industria petrolera.
Según cifras extraoficiales, Venezuela hoy en día produce apenas 890.000/bbl. Con Cardón operando con 60.000 barriles, Amuay con 120.000 barriles y El Palito con 70.000 barriles.
Al perder Citgo, Venezuela podría incurrir en mayores gastos debido a la exportación de su petróleo, lo que podría empeorar su actual situación económica.
La situación también podría afectar negativamente la confianza de los inversores extranjeros en Venezuela, lo que supondría provocar una disminución en la inversión en el sector energético de Venezuela.
Estos efectos perjudiciales podrían extenderse además del sector petrolero, afectando negativamente a otras industrias y a la economía en su conjunto.
En resumen, la posible pérdida de Citgo podría empeorar la situación económica del país, causando no solo una disminución en los ingresos y una restricción en el acceso al mercado, sino también un aumento de los costos, una disminución en la calidad de la producción y una disminución en la productividad.
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